jueves, 17 de mayo de 2012

EDUCACIÓN CONCERTADA VS. EDUCACIÓN PÚBLICA


“Espacios de Libertad”: un bonito traje para la concertada.


Durante los últimos veintiséis años hemos vivido una especie de tregua entre modelos políticos, en aras del consenso y la paz social. Desde el punto de vista de los usuarios, de la ciudadanía, hemos asistido a una cesión de parte de las reivindicaciones de unos y otros, sin entrar en cuánto ha cedido cada parte (conviene tener en cuenta la diversidad de centros privados, en los que entran colegios laicos de cooperativas, colegios religiosos, o “colegios-empresa”, atendiendo al interés de cada uno). Un buen ejemplo de esto ha sido la política educativa, y la contestación de conservadores y progresistas a los deberes y derechos recogidos en nuestra constitución, especialmente en el derecho a la educación y el derecho a la libertad de enseñanza (Art. 27), que por cierto, algunos confunden con un derecho no recogido, ni explícitamente ni implícitamente, en el texto constitucional: el de libertad de elección de centro; como no lo está el derecho de elección de hospital, de comisaría de policía, de biblioteca… sin que por ello no dejemos de tener la libertad de elección, como libertad individual.
Fruto de este consenso político y social, se arbitró una posibilidad para la subvención de los centros privados, pasando a lo que se llamó red de centros sostenidos con fondos públicos, que acoge a centros de titularidad pública, centros públicos, y centros de titularidad privada ofertados al público gratuitamente en algunas de las etapas, centros privados concertados.
En estos años de historia de convivencia de ambos modelos, hemos asistido a una mejora de las condiciones laborales de los docentes en la red pública (centros públicos), y un acercamiento de estas condiciones en la red privada (menos del 2% de diferencia en salarios). Asimismo, la implantación de la red de conciertos ha ido extendiéndose en todos los territorios, siendo mayoritario ya en comunidades como la de Madrid o el País Vasco.
El debate, en estos momentos, gracias a la nueva estrategia del gobierno del PP, vuelve a recobrar virulencia, actualidad, y alarma entre los sectores con menor renta económica, pues la educación, además de ser un servicio para el desarrollo humano, personal y colectivo, y base primigenia de la cultura y el desarrollo de cualquier sociedad moderna, es un instrumento fundamental de igualdad y justicia social.
Hasta ahora la justificación de los defensores de la concertada, era su menor coste respecto a la pública. Según datos de Mepsyd de 2005 el puesto escolar público, en la enseñanza no universitaria, tenía un coste de 4.520€, con una diferencia entre los centros públicos de 5.299€, y los concertados de 2.480€. Siempre hemos oído que la pública cuesta el doble que la concertada. Sin embargo, si analizamos el coste social, no el que sale de los presupuestos generales, o el coste familiar, las cifras se igualan. Es decir, si toda la enseñanza fuera concertada, a lo que la derecha parece dirigirse, a cada familia la educación de sus hijos les saldría por un ojo de la cara. Un estudio de CONSUMER en 1999, ya advertía de que la concertada costaba tres veces más que la pública, incluyendo todas las actividades y servicios complementarios. La Consejera de Educación del Gobierno Vasco, Isabel Celaá, aporta datos más actuales sobre el gasto educativo. En una comunidad con una distribución de poco más del 50% en privada y un poco menos del 50% en la pública, se destina el 69% del presupuesto educativo a la pública y el 31% a la concertada. Explica Celaá esta diferencia en la distribución del gasto según el tamaño de los centros: Un centro público de 1000 alumnos tiene un coste de 3.404 € por alumno; 4.046€ si el centro es de 400 alumnos; y 9.397€ si sólo tiene 25 alumnos. En secundaría nos vamos a 6.063€ en centros de 1000 alumnos y 12.707€ si sólo hay 60 alumnos. No hay que decir quién es el titular de todos esos centros que matriculan pocos alumnos, y que desde un enfoque de mercado no parecen rentables. Sin embargo, ya el estudio de CONSUMER (1999), que analizaba diferentes centros públicos, concertados y privados puros, reflejaba en sus conclusiones que no existían diferencias significativas en cuanto a los resultados de los alumnos, aún cuando el coste para las familias era mayor en la concertada y mucho mayor en la privada.
Víctor Ruiz, defensor de la concertada, defiende en su artículo que la concertada refuerza con su presencia los recursos por alumno asignados a la pública, presentando una tabla en la que se muestra y compara el gasto en el País Vasco (49,52% concertada y 10.388€/alumno en la pública) con Castilla-La Mancha (15,52% concertada y 6.749€/alumno en la pública). Arriba, en lo alto de su tabla está el País Vasco, Navarra y Baleares; y abajo, Castilla-la Mancha, Canarias y Extremadura. Aparte de que estos datos no concuerdan con los expresados por otras fuentes; sí advertimos que en comunidades con mayor renta la presencia de la concertada es mayor, y en comunidades con una renta menor la presencia de concertada es también menor. A falta de un riguroso estudio, podríamos deducir que hay concertada donde hay más dinero, donde hay oportunidad de mejor negocio. Permítanme recordar que los porcentajes de matriculación de alumnado extranjero, por poner un ejemplo, es de un 82% en centros públicos y sólo el 14,1% en concertados (MEC, 2011) cuando sólo el 67% del alumnado total está matriculado en los centros públicos. Si a esto uniéramos el alumnado de minorías étnicas y acneae, con mayor presencia proporcional en la pública, nos daríamos cuenta que las necesidades que cubre la oferta de centros públicos en cuanto a escolarización, y en respuesta al derecho a la educación de todos y todas, sin permitir selección o discriminación alguna, nos lleva a un servicio público que vale lo que vale, sabiendo distinguir entre valor y precio. Siendo lo contrario de necios.
Actualmente, la justificación del coste educativo se ha visto relegado, por una parte debido a la diferencia de los contextos de uno y otro modelo, tal como hemos visto; y por otra parte debido al aumento de las recursos destinados a la educación concertada, tanto al pago delegado del profesorado como a la gestión de los centros, y no digamos de la financiación mediante desgravaciones fiscales y cesión de suelo público, sin olvidar otras vías como la reciente campaña de subvención de actividades extracurriculares y complementarias para centros concertados y privados en Madrid.
La nueva idea-fuerza del frente neoliberal es ampliar los “Espacios de Libertad”, así lo han dejado claro referentes del PP como la Consejera de Educación de Madrid, Lucía Figar, o la portavoz del PP en la comisión de educación del parlamento, Sra. Moneo. Incluso, es uno de los tres ejes claves del programa educativo del actual gobierno nacional: ampliar la libertad de elección de centro por los padres; y para que haya más libertad debe haber más centros concertados y privados para poder elegir. En este sentido fueron clarificadores los silencios del ministro Wert ante la denuncia de esconder detrás del aumento del bachillerato, un aumento de los conciertos a las etapas no obligatorias. Y no menos claras las declaraciones de Marcial Marín sobre las bondades de la educación privada concertada y su importancia para la lucha contra el fracaso escolar, dejamos aparte lo que de insulto tienen estas manifestaciones para la pública.
Vestida con esta alegoría de Espacios de Libertad fluye una vieja reivindicación de la derecha y de los sectores dedicados a la educación privada en este país. Así la Mesa de Enseñanza Concertada (2005), que incluye a asociaciones y sindicatos como ANCEE, CECE, CES, CONCAPA, FERE, EyG, FSIE, UECOE y USO, esgrimen en su demanda de mayores recursos que “Tanto la Constitución, en su artículo 27 apartados 1 y 3, como la LODE, en su artículo 4 letras b) y c), consagran el derecho de los padres y tutores a escoger Centro docente distinto de los creados por los poderes públicos y a que sus hijos o pupilos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.” Y continúan que “El referente jurídico máximo lo encontramos en el artículo 27 de la Constitución de 1978, en su apartado 4, que establece que la enseñanza básica es obligatoria y gratuita.”. He aquí el problema, la interpretación que hacen ellos de la Constitución, por supuesto parcial y, desde nuestro punto de vista, equivocada.
En el punto 1 del artículo 27, se garantiza el derecho de todos los ciudadanos a la educación, y se reconoce la libertad de enseñanza, no la libre elección de centro. Es decir, el Estado debe garantizar el derecho de la ciudadanía a tener una educación pública, de calidad, y gratuita. Y por otra parte “se permite” que cualquier persona física o jurídica pueda crear un centro de enseñanza (punto 6.), luego reconocido por la Administración, y, en el punto 9. el Estado se compromete a “ayudar” a los centros que reúnan los requisitos establecidos en la Ley (LOE y RD.2377/1985). En síntesis, el derecho universal lo garantiza el Estado mediante una red de educación pública, obligatoria y gratuita, y cualquier persona tiene libertad para crear un centro, como lo tiene para abrir una galería de arte, salvo que en el caso de impartir enseñanzas y pretender dar un título, deberá cumplir una serie de requisitos. Cualquier alumno tendrá libertad para ir a uno u otro centro, público o privado, siempre que éste último este reconocido y tenga dinero para pagarlo, si no fuera gratuito, que la ley no dice nada de cobrar o no cobrar.
El otro punto en litigio es el tercero de este artículo, donde se garantiza el derecho a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Los defensores de la concertada se aferran a este punto para dar categoría de derecho a la financiación de los centros no públicos. Cuando lo único que contempla el articulado es la imposibilidad de que la educación estatal, pública, imponga una u otra religión o moral contra las convicciones de los padres, o a lo sumo, con planteamiento positivo, el Estado debería permitir que los alumnos y alumnas accedan a una formación religiosa y moral ajustada a las creencias o convicciones de cada familia, pero, en un espacio y tiempo individual, privado, separado del resto de la formación obligatoria, pues el derecho de uno no puede sesgar el derecho de otros, como ocurre actualmente.
La treta de la concertada es imaginativa, primero solicitan y se les permite impartir una enseñanza, segundo, como esta enseñanza debe ser obligatoria y gratuita, y como ellos quieren cobrar por su servicio, el Estado debe financiarla. Olvidando la diferencia entre lo que es un derecho y deber del Estado, asumido con el servicio público de educación, y la libertad individual de cualquiera para abrir un colegio, como cualquier otro servicio público, hospitales, residencias de mayores, etc. Relevante es la Orden de 30/12/2008, donde se recogen las normas para la suscripción, renovación y modificación de conciertos educativos en CLM. En su punto cuarto exige como requisito para el concierto educativo “a) Que se dé respuesta a necesidades de escolarización, teniéndose en cuenta la existencia de una demanda suficiente que no pueda ser cubierta por la oferta de otros centros financiados con fondos públicos.” Lo que refleja un carácter subsidiario o supletorio de la concertada en nuestra región.
Lo tremendo de esta nueva idea-fuerza es la utilización de la palabra Libertad, y cómo la entienden los neoliberales: libertad para quien pueda pagarla; libertad para vivir en una chabola o en un adosado; libertad para trabajar por 641,40 euros o no trabajar; libertad para guardar cola en el médico o no esperar; libertad para ir en metro o en Mercedes; libertad para estudiar en la UCLM o en Harvard; y cualquier libertad que se pueda comprar, y cuanto más barata mejor. Esa es la cuestión, la educación es un derecho de y para todos y todas, un derecho que debe garantizar la igualdad de oportunidades, las de salida no sólo de acceso, oportunidades para conseguir más libertades, y lo decimos en plural, libertades, porque en singular y con mayúscula, LIBERTAD, es otra cosa. De ella se encarga la educación pública.
Santiago Langreo.
STE-CLM

miércoles, 9 de mayo de 2012

LA UNIVERSIDAD SE SUMA A LA HUELGA GENERAL DE EDUCACIÓN DEL 22-M


HUELGA GENERAL DE UNIVERSIDADES.


  Los sindicatos que forman parte de la Mesa Sectorial de Universidad convocan Huelga General de Universidades en el contexto de la Huelga General de Educación el 22 de Mayo.

  Exigimos la retirada del Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo.

  El Decreto deja en situación de exclusión a muchos de nuestros estudiantes por el posible aumento de los precios públicos, dejando en manos de las CCAA la decisión con una horquilla abusiva en un entorno de alto nivel de desempleo y bajos salarios.

  El nuevo Régimen de Dedicación Docente tendrá una repercusión muy importante en las plantillas de la Universidad, fraccionando el colectivo del PDI entre los que podrán investigar y los que les será prácticamente imposible.

  Os emplazamos a una jornada de huelga activa con el fin de hacerle saber al Gobierno que no compartimos ni el contenido ni la filosofía del decreto.

                                           CCOO-UGT-CSIF

viernes, 4 de mayo de 2012

CARTA DE UN DOCENTE


REFERENTE A LOS NUEVOS PRESUPUESTOS EN EDUCACIÓN.


Hace unos días fui convocado a un Claustro de Profesores. En esa convocatoria oficial (la primera que se hacía totalmente por vía correo electrónico) venían como de costumbre los puntos que debían tratarse en esa reunión y uno de ellos tenía que ver con los recursos económicos del Instituto.
No salí de mi asombro cuando tomé nota de los ingresos desde 2.009 hasta el actual 2.012, que paso a escribirlos en cantidades redondeadas.
Ø  147.900 (+ 20.000 para F.P.)….. 2.009
Ø  144.000………………………………..… 2.010
Ø  129.000………………………………….. 2.011
Ø    90.000………………………………….. 2.012
Además de ello se comentó que del ejercicio de 2.011 quedaba pendiente de ingreso una cantidad aproximada del 10 %.
A la vista de los números, ahora se puede ver mi asombro. Bueno, una mezcla de asombro, indignación y escepticismo. Indignación porque lo que no parecía llegar nunca, está ya bien consolidado: recortes y más recortes en educación, la educación de todos y para todos. Escepticismo porque con lo que cada día se oye, el futuro se muestra pesimista, muy pesimista.
Bien, hagamos una simple regla de tres (directa) para que no se diga que no somos de matemáticas. Y el resultado es evidente, en 2.012 los ingresos suponen aproximadamente el 60 % de los correspondientes a 2.009 (concretamente el 60’81 %). Dicho de otro modo, el recorte se aproxima al 40 %.
¿Se podrá trabajar en esas condiciones para ese futuro inmediato?. Está claro que trabajar en el amplio sentido de la palabra, si que se podrá. Es más, si comparamos con esas escuelas del tercer mundo, podremos trabajar en mejores condiciones que éstas. Pero en el contexto europeo las cosas cambian y para mal, empezando simplemente por el aumento (desproporcionado) de la carestía de la vida. Para muestra basta el siguiente botón: en 2.009 el gasóleo de calefacción rondaba las 0’5172 (+ 16 % de IVA); en 2.012 fue de 0’7971 (+18 % de IVA).
Esa simple aumento se halla en proporción inversa a los ingresos y seguramente a las “calidad educativa”, aunque esta última sea difícilmente mensurable.
Que las aulas hayan aumentado de alumnado y más aún, que puedan aumentar para el próximo curso, debe preocupar muy poco a nuestros dirigentes. Esa preocupación es también difícilmente mensurable.
Que la biblioteca o los departamentos dejen de incorporar libros o materiales didácticos nuevos, también debe ser motivo de mínima preocupación. Recortes ya ha habido, mejor dicho, se habían anunciado por parte del Equipo Directivo, por cierto, en aviso público entendido desde la más exquisita educación. Se nos conminó a vigilar el número de fotocopias, a tener rigor en el mantenimiento de ventanas y puertas cerradas (evitando las fugas de calor), a procurar el mínimo gasto en las luces de los pasillos…. Esas y otras medidas han sido eficaces, pero seguro que insuficientes para llegar a un ahorro global del 40 % y ajustarse así a los nuevos presupuestos.  Además de ello, las posibles ayudas al transporte escolar en actividades extraescolares eran eliminadas. Eso significa que se echa mano de los presupuestos familiares para financiar las extraescolares.
Pero los Ciclos de Grado Medio y Superior  han sido los grandes perjudicados. El de Conducción de Actividades en el Medio Natural ha sufrido el mayor de los hachazos.
Justo delante de mi aula han quedado unas fotos para la posteridad, primero por su contenido, luego por su carga de innovación educativa. Hace ahora dos años, el alumnado de dicho ciclo preparó su trabajo en el incomparable escenario de Marruecos. Me imagino que para ellos fue una experiencia única e inolvidable. Para el resto del Claustro cierta “sana envidia” por tener menos años y poder disfrutar de las aventuras que nos contaron. Bueno, pues esa actividad es (y seguro que será) imposible de reproducir.
Pero esto no acaba aquí. A la impotencia de los compañeros de ciclos, me imagino que se une la de frustración porque sus ideas (sus maravillosos proyectos educativos) nunca se podrán llevar a la práctica. Una vez más el Sistema Educativo está desfasado respecto al ímpetu renovador de los compañeros y compañeras.  ¿Cabe plantearse la palabra “calidad”? ¿Cuántos grados de calidad se han perdido en la educación pública?
Cuando empezó ese ciclo, ahora lo recuerdo, se eligieron los compañeros y compañeras más competentes, los mejores (uno de ellos incluso conquistó el techo del mundo:  El Everest). Ellos mismos seguirán tirando adelante, en el curso que viene, en el siguiente, en el otro…. Se les obligará a descartar otro programa de actividades en África. Han comentado que la falta de presupuesto obligará a la equitación teórica en el aula, puesto que  no parece oportuno hacer una réplica en cartón de un caballo para llevar al aula convencional. Pero a pesar de todo seguirán, seguirán y seguirán, puesto que su espíritu “desgraciadamente” les mueve.
Pero desde otros departamentos se han propuesto medidas eficaces contra la crisis, tales como continuar con el antiguo programa de gratuidad de libros de texto. Por cierto, algunos libros han tenido ya hasta cinco y seis usuarios. Las familias serían las beneficiarias directas. Otros, los más osados, se arriesgan a empezar con los libros virtuales. Digo osados porque se arriesgan a empezar por lo ya editado (virtualmente) pero a sabiendas de que no todo el temario está cargado en internet. Esa osadía supondrá un sacrificio en horas y esfuerzo absolutamente fuera de horario y restando tiempo a la dedicación familiar, que nunca va a ser recompensado por la administración educativa y menos aún compensado simplemente en créditos de formación. No hablemos de términos económicos.
Y hablando de “virtuales”, llega el momento de los contrastes, contradicciones o paradojas. En ese mencionado Claustro se informó de la instalación de pizarras digitales que compartirán espacio con las tradicionales, por cierto renovadas algunas de ellas en este mismo curso académico.
¿No suena todo ello a contradicción?. De una parte te conminan a apretarse el cinturón, de otra hacen aparición pizarras digitales, que han debido pagarse con dineros públicos, esos mismos que están restringiendo hasta asfixiar a la escuela pública.
Así, de sobresalto en sobresalto acabó el pasado Claustro. Los nuevos reajustes tendrán que venir, no cabría pensar de otro modo pues ese 40 % anunciado amenaza el final del curso y principio del siguiente

EMILIO GUADALAJARA GUADALAJARA
1º PCPI I.E.S. “SANTIAGO GRISOLÍA” DE CUENCA

miércoles, 2 de mayo de 2012

MANIFIESTO EDUCACIÓN 29 DE ABRIL


“CON LA SANIDAD Y LA EDUCACIÓN NO SE JUEGA.”
MANIFIESTO SOBRE EDUCACIÓN LEÍDO EL 29 DE ABRIL EN CUENCA

            Compañeras y compañeros en la defensa de lo público:
Aunque sea de manera resumida, porque la lista de recortes en educación es muy extensa en estos momentos y se va renovando casi semanalmente, quisiéramos repasar algunas de las medidas que hemos sufrido hasta ahora. Recordemos que ha desaparecido la obligación del gobierno regional de dedicar un 6% del PIB en educación. Recordemos también que los centros educativos disponen en estos momentos de muy poco dinero. Han sobrevivido hasta ahora con el 60% del presupuesto del año anterior. Hace poco han cobrado un 20% más. Pero ya sabemos que el presupuesto de 2012 va a verse reducido en aproximadamente un 30% respecto del de 2011. Las consecuencias inmediatas de estos recortes es que el gasto se está trasladando a las familias.
Recordemos que, para el curso que viene, se ha eliminado la gratuidad de los libros de texto y becas en Primaria y Secundaria, así como las ayudas para transporte y comedor en las etapas no obligatorias. También que los cambios en las rutas escolares crearán nuevos obstáculos para el alumnado de las zonas rurales. Esto es, nuestro gobierno regional lleva ya tiempo olvidándose de la obligación constitucional de garantizar la igualdad en el acceso a la educación.
Recordemos que la escuela rural ha quedado desprotegida por ley y que las intenciones declaradas del gobierno regional apuntan a un desmantelamiento de la misma. En una provincia como la de Cuenca esto supone un duro golpe para muchos pueblos.
Recordemos que, en nuestra región, ya han empeorado de manera general y efectiva las condiciones laborales y de formación del profesorado. Los alumnos pueden llegar a estar más de tres semanas sin profesor. Más de mil profesores han ido al paro en lo que va de curso. Este último viernes, se acaban de anunciar la perdida de otros tantos puestos en Educación Infantil. Esto es, la calidad de la enseñanza pública está siendo mermada mes a mes en nuestra región.
Recordemos que se han cerrado todos los CRAER y CEPS de la Comunidad Autónoma, con la enorme pérdida de recursos materiales, de asesoramiento y de formación que eso ha supuesto; pérdida que repercute de forma directa en el alumnado.
       Recordemos que, antes del anuncio de la subida de las tasas, los estudios universitarios ya se estaban encareciendo, mercantilizando y precarizando. El presupuesto de la Universidad de Castilla-La Mancha ya ha sufrido una fuerte reducción. Llevan ya tiempo pretendiendo poner la universidad pública al servicio del interés privado.
       Esto es, los presupuestos de 2012 y el tijeretazo de los 3000 millones de euros anunciados por el gobierno de Rajoy caen sobre una educación castellano-manchega ya muy dañada. A pesar de ello, el consejero Marcial Marín se ha mostrado muy satisfecho con las medidas del gobierno. Semejantes declaraciones auguran un futuro tremendamente negro para nuestra educación si los actuales gobernantes no cambian de rumbo. Muchos, muchos interinos van a dejar de ser contratados y van, por tanto, a ingresar en la lista del paro; y esta vez no sólo de la Enseñanza Secundaria, sino también de la Primaria, así como profesores de la Universidad.
       Con menos presupuesto en los centros, menos profesores, más alumnos por aula, con más guardias para cada profesor la atención a la diversidad sobre la que se sostiene una educación moderna e igualitaria será inviable en la práctica. La convivencia en los centros va a verse, igualmente, muy perjudicada. Corremos el peligro de crear un sistema educativo que no sólo reproduzca, sino que genere en sí mismo desigualdad y exclusión social. En fin, el trabajo de todos los profesores y de los equipos directivos se realizará en las peores condiciones para el aprendizaje de los alumnos. Parece mentira que no se entienda todavía que el presente de la educación es el futuro del país y que, por tanto, recortar en educación significa hipotecar el porvenir de todos.
       Por si esto fuera poco, los gobiernos de Cospedal y Rajoy están utilizando la crisis para deteriorar todo lo posible la escuela pública y su imagen. Están poniendo en marcha una campaña de desprestigio de la enseñanza pública, buscando denigrar a sus profesionales o equiparándola falsamente con las privadas. Pensamos que el objetivo a corto plazo es crear entre la ciudadanía una impresión negativa de la enseñanza pública y promocionar la enseñanza privada. Y a medio plazo, el objetivo es privatizar la educación pública como está ocurriendo con los demás servicios públicos.
       Por todo ello, consideramos que defender una enseñanza pública de calidad implica denunciar que, como está ocurriendo ahora, con la excusa de la crisis, se pretenda retraer dinero de la educación pública para ampliar la concertada o para subvencionar de manera directa o indirecta la privada. Implica asimismo denunciar los planes de privatización de la educación que están detrás de esta ampliación de conciertos. Y supone rechazar cualquier equiparación en términos económicos o de resultados entre la educación pública y las privadas. Tanto por el modo de selección de sus profesionales como por su organización y extensión, la educación pública cumple una función social insustituible que consiste en garantizar el derecho humano a la educación gratuita en condiciones de igualdad, pluralidad y, en los estudios preuniversitarios, de neutralidad. Es por eso que la educación pública es la educación de todos y para todos. Es la educación que llega y debe llegar a todos los rincones del país. Es la educación que llega y debe llegar con la máxima calidad a todos los sectores de la población. Es la educación también de aquellos que optan por la privada, concertada o no, porque debe estar esperándoles con las puertas abiertas en el caso de que cualquier día cambien de idea.
       Así, pues, contra los planes de deterioro y privatización de la enseñanza pública, llamamos a las familias, a los docentes, a los estudiantes y a la ciudadanía en general a defender el derecho social a la educación gratuita y plural en condiciones de igualdad, a defender la escuela rural como uno de los pilares fundamentales que impiden el abandono de nuestros pueblos, a defender todos los derechos sociales y laborales, a defenderlos porque esta crisis no es nuestra, no la hemos provocado nosotros y no la debemos pagar, y porque es precisamente en los momentos de dificultad económica cuando lo necesario para una vida digna tiene que estar garantizado por todos y para todos.

Asamblea Intercentros de la Provincia de Cuenca
Plataforma para la Defensa de los Servicios Públicos de Cuenca.